Cómo elegir una leche de fórmula?
Para mantener los estándares de seguridad para la salud de los bebés, una ley del Congreso rige el contenido de la leche de fórmula infantil y Food and Drug Administration, FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) supervisa todas las fórmulas. Al comprar leche de fórmula infantil, encontrará varios tipos básicos.
Las leches de fórmula a base de leche de vaca representan alrededor del 80 por ciento de la fórmula que se vende hoy en día. A pesar de que la leche de vaca es la base para esas leches de fórmula, la leche ha cambiado drásticamente para que sea más segura para los bebés. Se trata por medio de calor y otros métodos que hacer que la proteína sea más digerible. Se añade más azúcar de la leche (lactosa) para hacer que la concentración sea igual a la de la leche materna, y se elimina la grasa (grasa de la leche) y se reemplaza con aceites vegetales y otras grasas que los bebés pueden digerir más fácilmente y que son mejores para el crecimiento del bebé.
Las leches de fórmula a base de leche de vaca tienen hierro adicional agregado. Estas leches de fórmula fortificadas con hierro han reducido drásticamente el índice de anemia por deficiencia de hierro en la niñez en las décadas recientes. Algunos bebés no tienen suficientes reservas naturales de hierro, un mineral necesario para el desarrollo y crecimiento humano normal, o para cubrir sus necesidades. Por esa razón, American Academy of Pediatrics actualmente recomienda que se utilice la leche de fórmula fortificada con hierro para todos los bebés a los que no se les alimenta con leche materna o a quienes solo se les amamanta parcialmente, desde el nacimiento hasta el primer año de edad. Varios alimentos para bebés contienen hierro adicional, especialmente las carnes, yemas de huevo y cereales fortificados con hierro.
Las leches de fórmula con bajo contenido de hierro no se deben utilizar, ya que no proporcionan suficiente hierro para apoyar de manera óptima el crecimiento y desarrollo de su bebé. Algunas madres se preocupan de que el hierro en la leche de fórmula para bebés cause estreñimiento, pero la cantidad de hierro que se proporciona en la leche de fórmula infantil no contribuye al estreñimiento en bebés. La mayoría de leches de fórmulas también contienen ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido araquidónico (ARA) que se les añade, y que son ácidos grasos que se considera que son importantes para el desarrollo del cerebro y los ojos de un bebé.
Otro tipo de leche de fórmula son las fórmulas hidrolizadas. A menudo se les llama "predigeridas", lo que significa que su contenido de proteína ya ha sido descompuesto en proteínas más pequeñas que se pueden digerir más fácilmente. En los bebés que tienen un alto riesgo de desarrollar alergias (debido a un historial familiar, por ejemplo) y a quienes no se les ha amamantado de forma exclusiva durante cuatro a seis meses, existe alguna evidencia que demuestra que las condiciones de la piel como el eczema o dermatitis atópica se puedan prevenir o retrasar al alimentarlos más extensa o parcialmente con leches de fórmula hidrolizadas (hipoalergénicas). Sin embargo, estas leches de fórmula hidrolizadas tienden a ser más costosas que las leches de fórmula regulares. Su pediatra puede recomendarle si su hijo es candidato para leches de fórmula hidrolizadas.
Estas leches de fórmula llamadas hipoalergénicas ayudarán al menos al 90 por ciento de los bebés que tienen alergias a los alimentos, las cuales pueden causar síntomas como la urticaria, secreción nasal y problemas intestinales. En estos tipos de situaciones, la lactancia materna es particularmente deseable ya que, cuando existe un fuerte historial familiar de alergias, podría ayudar evitar algunas alergias provocadas por alimentos para bebés, especialmente cuando al bebé se le alimenta exclusivamente con pecho aproximadamente durante seis meses.
Las leches de fórmula a base de soya contienen una proteína (soya) y carbohidrato (ya sea glucosa o sucrosa) diferentes de las leches de fórmula a base de leche. Algunas veces se recomiendan para los bebés que no pueden digerir la lactosa, el principal carbohidrato en la leche de fórmula a base de leche de vaca, a pesar de que también está disponible una leche de fórmula a base de leche de vaca, simple, sin lactosa. Varios bebés tienen breves períodos en los que no pueden digerir la lactosa, particularmente después de ataques de diarrea, que pueden dañar las enzimas digestivas en la pared del intestino. Pero normalmente, esto solo es un problema temporal y no requiere un cambio en la dieta de su bebé. Es poco común que los bebés tengan un problema significativo para digerir y absorber la lactosa (a pesar de que tiende a ocurrir en niños mayores y adultos). Si su pediatra sugiere una leche de fórmula sin lactosa, sepa que esta le proporciona a su bebé todo lo que necesita para crecer y desarrollarse al igual que lo hace la leche de de fórmula que contiene lactosa.
Cuando existe una verdadera alergia a la leche, que causa cólicos, fallo en el medro e incluso diarrea con sangre, la alergia es provocada por la proteína en la leche de fórmula a base de leche de vaca. En este caso, las leches de fórmula a base de soya, con soya como la proteína, parecen ser una buena alternativa. Sin embargo, casi la mitad de los bebés que tienen alergia a la leche también son sensibles a la proteína de la soya, y por lo tanto se les debe dar una leche de fórmula especializada (como una elemental o a base de aminos) o leche materna.
Algunos padres estrictamente vegetarianos podrían elegir usar la leche de fórmula de soya porque no contiene productos animales. Recuerde que la lactancia materna es la mejor opción para las familias vegetarianas. También, a pesar de que algunos padres creen que una leche de fórmula a base de soya puede prevenir o calmar los síntomas de cólico o irritabilidad, no existe evidencia para respaldar su efectividad para este propósito.
American Academy of Pediatrics cree que hay pocas circunstancias en las cuales se debe elegir la leche de fórmula a base de soya en vez de la fórmula a base de leche de vaca en los bebés que nacen a término. Una de estas situaciones es en bebés con un trastorno poco común llamado galactosemia; los niños con esta condición tienen una intolerancia a la galactosa, una de las dos azúcares que componen la lactosa, y no pueden tolerar la leche materna y se les debe alimentar con una leche de fórmula sin lactosa. La mayoría de estados incluyen una prueba de galactosemia en pruebas de detección rutinarias en recién nacidos, lo que implica realizar una prueba de sangre en todos los recién nacidos después del parto.
Las leches de fórmula especializadas se fabrican para bebés con trastornos o enfermedades específicas. También existen leches de fórmula hechas específicamente para bebés prematuros. Si su pediatra recomienda una leche de fórmula especializada para su bebé, siga su consejo sobre los requisitos para la alimentación (cantidades, horario, preparaciones especiales), ya que estos pueden ser muy diferentes de las leches de fórmula regulares.
Algunas leches de fórmula también están fortificadas con probióticos, que son tipos de bacterias "amigables". Hoy en día, otras vienen fortificadas con prebióticos, que son sustancias de alimentos naturales que promueven una pared intestinal saludable.