Ácido fólico Vitamina B9, necesaria para la formación de ADN
Ácido fólico es el nombre por el que también se conoce a la vitamina B9 que pertenece al complejo vitamínico B, todas ellas vitaminas hidrosolubles. Otros nombres por los que se conoce a la vitamina B9 son ácido folínico, folato o folacina.
El ácido fólico es un elemento esencial para la vida del ser humano y forma parte de un grupo de sustancias estructuralmente similares que se denominan folatos. Los folatos son sintetizados únicamente por las bacterias y las plantas, por lo que es necesario para el ser humano cubrir las necesidades de ácido fólico a partir de la dieta. La estructura química de esta vitamina está formada por un aminoácido, el ácido para-aminobenzoico, y una pteridina, resultando una vitamina hidrosoluble que puede quedar almacenada en el hígado.
El ácido fólico fue aislado por primera vez de las hojas de la espinaca en la India y se le llamó Factor de Wills. Enseguida se encontró útil en el tratamiento de determinadas anemias y más tarde se descubrió la importante asociación entre el déficit de esta sustancia y las malformaciones congénitas del tubo neural entre la que destaca la espina bífida.
Como ya se ha indicado, el cuerpo humano es incapaz de sintetizar por si solo el ácido fólico, por ello es totalmente necesario el consumo de esta vitamina a diario. Las fuentes de ácido fólico son tanto animales como vegetales, sin embargo, parte de los requisitos diarios de esta vitamina nos lo aporta la propia flora intestinal. Una dieta equilibrada contendría la dosis suficiente de ácido fólico para satisfacer gran parte de las necesidades del organismo salvo en determinadas situaciones donde dicho aporte ha de ser mayor de lo habitual.
El ácido fólico, o vitamina B9, es imprescindible para la formación del ADN y del ARN que son las estructuras biológicas donde se almacena la información genética de los seres vivos. Además,otra de sus principales funciones es la formación y maduración de los hematíes o glóbulos rojos.
Los alimentos ricos en ácido fólico o vitamina B9 son muchos y variados; sin embargo, los grupos en los que se pueden encontrar mayores cantidades de este tipo de vitamina son el de las verduras, las hortalizas, los cereales y las frutas. El hecho de que sean estos los alimentos con mayor contenido de folatos hace que la dieta mediterránea sea una buena fuente de vitamina B9. Por otro lado, los alimentos de origen animal suponen un escaso aporte de ácido fólico.
Los alimentos que poseen un importante contenido en folatos son:
- Verduras y hortalizas: calabazas, espárragos, brócoli, acelgas, espinacas, col, zanahoria, ajo, cebolla, patatas, tomate, guisantes, lechuga…
-Frutas: plátano, melón, naranja, fresas y limón.
-Cereales: germen de trigos, avena, arroz…
-Productos animales: leche, yogurt, huevos, queso, carne e hígado
Consecuencias de la deficiencia de ácido fólico
Las manifestaciones clínicas del déficit de ácido fólico pueden ser muy variadas y afectar a diferentes órganos y sistemas. A continuación, describimos las principales consecuencias de este problema nutricional.
- Folatos y gestación
Durante la gestación, la salud de la madre y la del embrión van a depender en gran medida de un aporte adecuado de ácido fólico. La asociación de la deficiencia de folatos con la presencia de malformaciones en el feto está completamente demostrada. Entre las anomalías congénitas que puede presentar el feto, destacan los defectos del tubo neural, que son de las malformaciones más frecuentes en todo el mundo.
En el embarazo, las células que van a formar al nuevo embrión se tienen que dividir rápidamente y especializarse durante los nueve meses que dura la gestación. Esto quiere decir que la formación de ADN, y por lo tanto de ácido fólico, se ve incrementada de manera intensa. Además, el crecimiento de la placenta, la expansión del útero materno y del volumen de sangre en la madre son procesos que requieren un aporte extra de folatos. Como consecuencia de estos requerimientos aumentados, la dieta normal de la madre no puede satisfacer normalmente las necesidades de folatos, lo cual conduce a una deficiencia de los mismos con la aparición de sus consecuencias. Por ello, es importante suplementar la dieta de las mujeres embarazadas con ácido fólico antes y durante toda la gestación.
Por otro lado, se ha visto relación entre el bajo aporte de ácido fólico en el embarazo y los problemas ginecológicos y pediátricos. Destacan, entre ellos, el parto prematuro, el desprendimiento previo de placenta, la toxemia del embarazo, la anemia megaloblástica en el tercer trimestre y las malformaciones diversas en el recién nacido.